¿Adónde se fue el Romanticismo?
Bueno nunca lo había escrito, pero ya hace un par de años que por oportunidades que da la vida , me he relacionado mucho con jovencitos y adolecentes que son obviamente de una generación diferente y bien diferente!
Cada vez que les he hecho la pregunta sobre quienes son creativos, son muy pocos lo que alzan la mano, pero en una segunda instancia cuando hago énfasis en aquellos que han hecho versos, poemas, dibujos y hasta canciones el panorama cambia y aunque es bueno sentirse que uno no esta en el lugar equivocado, hay algo que ha captado mi atención, y es el hecho que si bien estas son las formas más sencillas que conozco de expresión del romance, en consenso concluyen que nunca llegan a la persona que causo tal inspiración.
Si, palabras y pensamientos engavetados, condenados al olvido por ser confundidos con cursilerías, ¿Que podrá esperarse entonces de los ramos de flores y serenatas, Si ya nada de esto es usado siquiera para conquistar en estas nuevas generaciones?
Pero no solo se esta quedando sin signos vitales en la nueva adolescencia, la cotidianidad, ocupaciones y responsabilidades de nuestra generación, también son asesinos en serie de toda expresión romántica, desconociendo que se trata de una terapia efectiva en contra de la monotonía de este ir y venir.
Para aquellos como yo que nos casamos jóvenes, que recordamos canciones, cartas, flores, serenatas, detalles, esquelas, fotos y credenciales, llegamos a un punto en el que miramos alrededor y no encontramos nada de aquello. ¿Adónde se fue el romanticismo? Y me puse en la tarea de encontrarlo, revisando, botando, organizando.
Exhausto de remover rincones y cajones, sentado en la cama vi de frente en una de las mesitas de noche al baúl de madera del matrimonio, que por cierto siempre había estado ahí, y al instante de abrirlo, recordé el día en que ambos decidimos recoger todo y encerrarlo en la oscuridad, sin saber que estábamos confinando y asfixiando toda nuestra historia.
Allí estaba todo ! desde el borroso pase de cine de la primera cita, hasta el último pensamiento escrito en papel.
El romanticismo es un hábito creativo de comunicación permanente de los sentimientos, que muchas personas y aun más nuestros jóvenes, simplemente no le damos chance o nos da pereza y que como todo hábito es difícil de adquirir pero muy fácil de perder.
Bienvenido de vuelta!
Cada vez que les he hecho la pregunta sobre quienes son creativos, son muy pocos lo que alzan la mano, pero en una segunda instancia cuando hago énfasis en aquellos que han hecho versos, poemas, dibujos y hasta canciones el panorama cambia y aunque es bueno sentirse que uno no esta en el lugar equivocado, hay algo que ha captado mi atención, y es el hecho que si bien estas son las formas más sencillas que conozco de expresión del romance, en consenso concluyen que nunca llegan a la persona que causo tal inspiración.
Si, palabras y pensamientos engavetados, condenados al olvido por ser confundidos con cursilerías, ¿Que podrá esperarse entonces de los ramos de flores y serenatas, Si ya nada de esto es usado siquiera para conquistar en estas nuevas generaciones?
Pero no solo se esta quedando sin signos vitales en la nueva adolescencia, la cotidianidad, ocupaciones y responsabilidades de nuestra generación, también son asesinos en serie de toda expresión romántica, desconociendo que se trata de una terapia efectiva en contra de la monotonía de este ir y venir.
Para aquellos como yo que nos casamos jóvenes, que recordamos canciones, cartas, flores, serenatas, detalles, esquelas, fotos y credenciales, llegamos a un punto en el que miramos alrededor y no encontramos nada de aquello. ¿Adónde se fue el romanticismo? Y me puse en la tarea de encontrarlo, revisando, botando, organizando.
Exhausto de remover rincones y cajones, sentado en la cama vi de frente en una de las mesitas de noche al baúl de madera del matrimonio, que por cierto siempre había estado ahí, y al instante de abrirlo, recordé el día en que ambos decidimos recoger todo y encerrarlo en la oscuridad, sin saber que estábamos confinando y asfixiando toda nuestra historia.
Allí estaba todo ! desde el borroso pase de cine de la primera cita, hasta el último pensamiento escrito en papel.
El romanticismo es un hábito creativo de comunicación permanente de los sentimientos, que muchas personas y aun más nuestros jóvenes, simplemente no le damos chance o nos da pereza y que como todo hábito es difícil de adquirir pero muy fácil de perder.
Bienvenido de vuelta!
Siempre que el mundo avanza salen nuevas cosas y a la vez nuevas expresiones en todos los aspectos, sobre todo en la manera de enamorar, y si ser romántico en estos días es de cursis, entonces seguiré siendo cursi. Buen post.
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